En el año 1909 dos cosecheros de uvas, en aquel año consiguieron grandes cantidades de uvas, y tal era la cantidad y su imaginación, que se inventaron una historia, para poder deshacerse de ellas. Su historia era que el día de año nuevo, todo aquel afortunado o afortunada que consiguiera comerse las doce uvas a la vez que las doce campanadas, tragándolas todas, iba a tener un buen año, iba a ser muy afortunado, etc.
¡Y luego la gente siguió la tradición hasta ahora!
Me parece muy interesante la historia de las 12 uvas. A menudo hacemos cosas sin saber porqué.
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